Impacto Emocional Después de un Accidente Traumático:
Las repercusiones psicológicas después de un accidente pueden limitar considerablemente su capacidad para retomar actividades regulares. Es normal experimentar angustia después de un accidente automovilístico, pero el tratamiento puede ser necesario si es prolongado e interfiere con el funcionamiento diario. El apoyo adecuado hace que la recuperación del trauma emocional después de un accidente automovilístico sea alcanzable.
Durante un accidente de tráfico, una serie de eventos pueden ocurrir y causar un impacto emocional duradero, incluidas lesiones que alteran la vida, la amenaza de muerte y la muerte de otra persona. El trauma emocional es una respuesta natural a eventos graves. Es una función de los complejos mecanismos de supervivencia del cerebro.
El trauma emocional de un accidente no debe verse como una debilidad, sino como un tipo de lesión que puede requerir tratamiento para obtener el mejor resultado posible, al igual que cualquier lesión física.
Los efectos mentales de un accidente automovilístico traumático
Aproximadamente uno de cada seis sobrevivientes de accidentes de tráfico desarrolla síntomas mentales y emocionales moderados, independientemente de la gravedad de las lesiones físicas. Si usted sufrió lesiones graves, esto puede aumentar significativamente su angustia emocional mientras lucha por hacer frente al dolor o adaptarse a una discapacidad, que puede ser a largo plazo o permanente.
La angustia psicológica puede obstaculizar la cicatrización de heridas y afectar adversamente el sistema inmunológico. El sueño puede ser difícil debido a la depresión, la ansiedad o las pesadillas. Es posible que se encuentre reviviendo repetidamente el accidente. Algunas personas recurren a las drogas y al alcohol para ayudar a sobrellevarlo, pero esto solo empeora la depresión y la ansiedad.
La angustia emocional puede tener efectos profundos en su vida diaria y recuperación física. Puede tener miedo de manejar o de estar en un automóvil, lo que dificulta salir de su hogar para trabajar, recibir tratamiento médico u otras necesidades.
Incluso si usted supera el miedo de viajar para recibir tratamiento, las exigencias de la fisioterapia y la rehabilitación pueden ser aún más complejas cuando está deprimido o físicamente agotado. Si no completa el tratamiento, su pronóstico empeora, aumentando su ansiedad y depresión y creando un ciclo vicioso.
El duelo
El duelo no se limita a la muerte de un ser querido. El duelo no relacionado con la pérdida de un ser querido es el luto por otras pérdidas, incluida la pérdida de la salud, la independencia, oportunidades y seguridad financiera debido a lesiones físicas incapacitantes. Es la gana de volver a la vida previa al accidente y dificultad para aceptar cambios que pueden ser permanentes.
Ya sea que experimente duelo debido a sus lesiones o la pérdida de un ser querido en el accidente, el duelo se asocia con un mayor riesgo de desarrollar otros trastornos psicológicos, como el trastorno de estrés postraumático y la depresión.
Reacción al estrés agudo
La reacción al estrés agudo es una respuesta al estrés que conduce a un aumento de la ansiedad, cambios de humor e incluso síntomas disociativos en respuesta a un accidente de tráfico. Se puede experimentar insomnio, pesadillas escena retrospectiva y una ansiedad extrema al viajar en carro o conducir. En algunos casos, incluso estar cerca de un carro puede ser un desencadenante.
Estas son respuestas normales a un accidente de carro que pueden ocurrirle a cualquiera. Puede ocurrir desde dos días hasta un mes después del accidente. Es común experimentar una reacción al estrés incluso si sus lesiones no son graves. Si su reacción al estrés dura más de un mes, puede ser diagnosticada como trastorno de estrés postraumático.
Trastorno de estrés postraumático
El trastorno de estrés postraumático, o PTSD por su siglas en inglés, es un trastorno de ansiedad causado por eventos extremadamente estresantes. Las personas con PTSD experimentan síntomas similares a las personas con reacciones al estrés, pero los síntomas no mejoran y pueden empeorar con el tiempo. Los accidentes de vehículos son la principal causa de PTSD en la población general.
El trastorno de estrés postraumático afecta aproximadamente al 32.3% de los sobrevivientes de accidentes automovilísticos, según un estudio publicado en el Journal of Clinical Medicine. Los autores señalaron que estudios anteriores han informado que hasta el 45% de sobrevivientes de accidentes pueden tener el trastorno de estrés postraumático. El estudio encontró que las siguientes poblaciones eran las más propensas a experimentar PTSD después de un accidente automovilístico:
- Personas que se ven a sí mismas como de un estatus económico más bajo.
- Personas con enfermedades psiquiátricas previas.
- Sobrevivientes que no fueron culpables del accidente.
- Sobrevivientes que percibieron una amenaza para sus vidas durante el accidente.
- Mujeres sobrevivientes de accidentes.
Su riesgo de desarrollar PTSD también puede ser mayor si sufrió una lesión cerebral traumática en el accidente. Incluso las lesiones cerebrales traumáticas leves pueden alterar el funcionamiento cerebral y comprometer su capacidad para regular las emociones y procesar el trauma. El riesgo aumenta con lesiones cerebrales traumáticas más graves.
Además, los síntomas de la lesión cerebral traumática y el PTSD se superponen, lo que dificulta que los médicos determinen si sus síntomas provienen del PTSD o de una lesión cerebral traumática.
La depresion
La depresión afecta aproximadamente al 17.4% de los sobrevivientes de accidentes de carro. La depresión puede ocurrir junto con el PTSD o por sí sola. Es una respuesta natural a un estrés importante como un accidente automovilístico, pero si es prolongada, interfiere con sus actividades diarias o conduce a pensamientos suicidas, puede requerir tratamiento.
La depresión puede derivar del inicio de dolor crónico o nuevas discapacidades causadas por el accidente, como parálisis completa o parcial, amputaciones, quemaduras graves y lesiones cerebrales. Usted puede sentirse solo, impotente y desesperanzado mientras intenta aceptar tales cambios drásticos en la vida.
Usted puede sentirse como una carga para aquellos que deben cuidar de ti. Incluso puede desear haber muerto en el accidente o contemplar el suicidio. Cuanto más frecuente y persistente se vuelven estos pensamientos, más urgente es buscar ayuda. Si tiene pensamientos suicidas, llame al 988 Lifeline para obtener apoyo emocional gratuito y confidencial
La depresión es una parte natural del proceso de duelo cuando ha perdido tanto, pero con el apoyo adecuado, puede llegar a un punto de aceptación y adaptarse a estos cambios difíciles. Usted no tiene que sentirse así para siempre.
La culpa del sobreviviente
Si usted sobrevivió a un accidente automovilístico en el que otra persona murió, es común sentirse culpable por haber sobrevivido. Esto se conoce como culpa del sobreviviente. En un momento, se consideró un síntoma del PTSD, pero puede ocurrir sin el trastorno.
Los seres humanos nacen con un cierto sentido de equidad y justicia. Si usted sobrevivió y su amigo o familiar no lo hizo, puede creer que no tiene derecho a estar vivo o que es injusto que se le permitiera vivir cuando la otra persona murió. Incluso puede sentir que hizo algo mal al sobrevivir.
No hay fundamentos morales detrás de por qué una persona sobrevive a un choque de carro y otra no. Mientras llora la pérdida de otro, no es raro desear que hubiera sido usted en lugar de ellos, pero si esto va más allá de un simple pensamiento, puede aumentar la depresión y los pensamientos suicidas.
Es importante hablar con su médico sobre estos sentimientos. Su médico debería poder referirle a un terapeuta calificado que pueda ofrecer terapia cognitivo-conductual, que implica reentrenar la mente para interpretar el accidente y la muerte de su ser querido de manera diferente.
La ansiedad
La mayoría de las personas experimentan ansiedad inmediatamente después de un accidente automovilístico. Es común sentirse incómodo conduciendo o viajando en un carro durante algún tiempo después del accidente. Si sus lesiones son graves, sentir ansiedad por su salud, finanzas y futuro es normal.
Sin embargo, la ansiedad persistente que no se resuelve con el tiempo puede llegar a ser paralizante. Aproximadamente el 5.8% de los sobrevivientes de accidentes de tráfico desarrollan ansiedad persistente. La ansiedad no tratada puede causar preocupación excesiva, fatiga, irritabilidad, insomnio, problemas estomacales y una mala calidad de vida.
Usted no tiene que vivir con ansiedad después de un accidente automovilístico. La terapia cognitivo-conductual, la medicación o un enfoque combinado pueden ayudarle a superar la ansiedad y restaurar la tranquilidad mental.
Factores de riesgo para traumatismo después de un accidente
Predecir cómo puede responder un individuo en particular a un accidente automovilístico es imposible. Cualquiera puede experimentar un trauma mental después de un accidente. Sin embargo, se han identificado numerosas características que aumentan el riesgo de una respuesta traumática fuerte después de un accidente automovilístico.
Baja resiliencia
Un estudio de 2016 encontró que ciertas características psicológicas disminuyen la resiliencia, lo que aumenta el riesgo de trastornos psiquiátricos o psicológicos después de un accidente automovilístico. Estas características incluyen lo siguiente:
- Falta de miedo a la muerte.
- Sufrimiento físico severo.
- Desaprobación social real o percibida.
En contraste, las personas que aman la vida y tienen esperanza suelen tener una mayor resiliencia. Es importante tener en cuenta que la resiliencia, o la falta de ella, no es una medida de fuerza o superioridad. Las personas con menor resiliencia pueden haber experimentado trauma en el pasado u otros desafíos que las hacen más vulnerables.
Baja autoeficacia
Las personas con un alto nivel de autoeficacia a menudo han superado obstáculos en el pasado. Su confianza proviene de saber que pueden manejar circunstancias difíciles. La autoeficacia también es mayor en personas con una sólida red de apoyo social.
Dificultades con la regulación emocional
Supuesta amenaza a la vida
Lesiones físicas graves
- Lesiones de médula espinal que resultan en paraplejia o cuadriplejia.
- Lesiones cerebrales traumáticas moderadas o graves.
- Pérdida de uno o más miembros.
- Pérdida de funciones corporales como control de intestinos o vejiga.
- Quemaduras graves y extensas.
- Cicatrices graves u otras formas de desfiguración.
Falta de apoyo social
Amigos y familiares pueden ayudarle a mantener una rutina, restaurar un sentido de normalidad y proporcionar seguridad sobre el futuro.
Signos de trauma mental después de un accidente
Si usted experimenta alguno de los síntomas a continuación durante más de unas semanas después de un accidente, es posible que esté experimentando trauma mental, especialmente si interfieren con el funcionamiento normal:
- Pensamientos intrusivos e incontrolables sobre el accidente.
- Escena retrospectiva
- Evitar conducir o viajar en carro.
- Desconexión con la familia o amigos.
- Pérdida de interés en actividades anteriormente disfrutadas.
- Dificultad para concentrarse.
- Dificultad para conciliar o mantener el sueño.
- Hipervigilancia mientras está en un carro; ser fácilmente sorprendido.
- Dificultad para controlar las emociones.
- Angustia psicológica al recordar el accidente.
- Una sensación alterada de la realidad, donde el mundo se siente irreal o como en un sueño.
- Pérdida de memoria del accidente.
- Ataques de ira.
- Tristeza severa.
- Culpa por haber sobrevivido o sentirse como una carga para los cuidadores.
- Soledad intensa.
- Dolor emocional intenso.
- Pensamientos suicidas.
- Miedo o preocupación constante.
- Ataques de pánico.
- Ritmo cardíaco rápido.
- Dificultad para respirar.
Estos síntomas podrían ser resultado de PTSD, trastorno depresivo mayor, trastorno de ansiedad generalizada o culpa del sobreviviente. Usted no tiene que vivir el resto de su vida sintiéndose de esta manera. Si no nota una mejoría dentro de unas pocas semanas, comuníquese con su proveedor de atención médica para obtener ayuda.
Es importante incluir la terapia psicológica en su plan de tratamiento mientras se recupera de un accidente para restaurar su funcionamiento al nivel previo al accidente en la medida de lo posible.
Efectos emocionales en niños y adolescentes después de un accidente
Los niños que han estado involucrados en un accidente automovilístico, han presenciado uno o han tenido a un padre herido en uno pueden perder su sentido de seguridad y sentirse indefensos y vulnerables. Los niños pueden tener más dificultades para procesar y entender estos eventos y sus emociones. Los efectos pueden variar según la edad. Los signos de trauma emocional en los niños pueden incluir lo siguiente:
- Bebés menores de dos años: Retraimiento, irritabilidad, cambios en los hábitos alimenticios o de sueño.
- Niños de dos a cinco años: Miedo, comportamiento más dependiente que el normal, aumento del llanto, gritos, falta de dirección, regresión a hábitos anteriores como chuparse el pulgar o hacerse pipí en la cama.
- Niños de seis a 11 años: Pérdida de interés en amigos y actividades, pesadillas, trastornos del sueño, cambios de humor, declive académico, quejas físicas como dolores de cabeza y dolor de estómago, fobias, depresión, culpa y embotamiento emocional.
- Adolescentes de 12 a 17 años: Escena a retrospectiva pesadillas, problemas para dormir, evitación de viajes, consumo de drogas o alcohol, comportamiento agresivo, dolores físicos, depresión, aislamiento, culpa, pérdida de interés en actividades anteriormente disfrutadas, pensamientos suicidas.
El trastorno de estrés postraumático en niños y adolescentes después de un accidente
Aproximadamente uno de cada cuatro adolescentes ha sobrevivido a un accidente automovilístico que resultó en que alguien requiriera atención médica. Según estudios, la tasa de PTSD oscila entre el seis y el 25% de todos los niños y adolescentes heridos en accidentes automovilísticos.
Aproximadamente el 13% cumple con los criterios para PTSD, que es menor que en adultos, pero muchos jóvenes también experimentan otros trastornos psiquiátricos, incluido el trastorno depresivo mayor, después de accidentes de carro.
Los niños con mayores riesgos son los más pequeños, los niños con lesiones físicas permanentes y los niños con un padre involucrado en el mismo accidente. Un estudio de 1998 reveló que el 33% de los niños aún estaban moderadamente afectados de cuatro a siete meses después del accidente, y el 11% aún estaban severamente afectados.
Efectos a largo plazo del trauma psicológico después de un accidente durante la infancia
Los niños sobrevivientes de trauma enfrentan un mayor riesgo de desarrollar problemas crónicos de salud emocional y física en la edad adulta, como diabetes, cáncer o enfermedades cardíacas. Pueden tener dificultades para formar relaciones saludables y mantener empleo durante toda la vida. También tienen un mayor riesgo de desarrollar trastornos por uso de sustancias.
Los niños son sensibles a las respuestas de sus padres. Si estuvo en el mismo accidente que su hijo, encontrar formas saludables de lidiar con las repercusiones puede proporcionar un modelo para mecanismos saludables para su hijo. Incluso si no estuvo en el accidente, sus actitudes y respuestas sobre el accidente impactarán significativamente en cómo se ajusta su hijo.
Cómo puedo ayudar a mi hijo a recuperarse del trauma psicológico después de un accidente?
Si su hijo o un niño bajo su cuidado ha experimentado un accidente automovilístico, puede ayudar al niño a sanar emocionalmente haciendo lo siguiente:
- Mantenga la calma y mantenga una rutina diaria regular.
- Asegúrele al niño que lo que está sintiendo es normal y está bien.
- Anime al niño a hablar sobre sus sentimientos sin presión.
- Reafirme al niño que el accidente no fue culpa suya.
- Reafirme al niño que las lesiones sufridas por otros no fueron culpa suya.
- Enseñe a su hijo técnicas de atención plena que promuevan la relajación.
- Esté consciente de sus propios sentimientos sobre el incidente y busque ayuda si es necesario.
No debe esperar que su hijo siga un cronograma particular para la recuperación. Cada niño responderá y se recuperará a un ritmo diferente. Su deber más importante es apoyar el proceso y estar allí para su hijo según sea necesario.
Es normal que un niño experimente emociones intensas durante las semanas que siguen a un accidente, incluso con el mejor apoyo. Sin embargo, si los síntomas de su hijo no mejoran dentro de unas pocas semanas, busque ayuda de un profesional de la salud mental con experiencia en ayudar a niños y adolescentes a recuperarse del trauma.
Estar en un accidente de carro no condena a su hijo a traumas psicológicos de por vida. Un niño que se le permite sanar en un ambiente seguro y de apoyo puede recuperarse completamente y disfrutar de una vida feliz y saludable.
La terapia y cómo manejar los impactos de un accidente
Es posible que usted se sienta abrumado por las emociones que pueden sentirse como un asalto en los días y semanas que siguen a un accidente automovilístico. Afortunadamente, se pueden utilizar varias estrategias de afrontamiento para manejar estos sentimientos y recuperar el control, como las siguientes:
- Recuerde que lo que está sintiendo está bien. No hay respuestas correctas o incorrectas.
- Reconozca sus sentimientos. Ignorarlos solo retrasará su recuperación.
- No se permita revivir continuamente el accidente. Su sistema nervioso no puede distinguir entre una amenaza real y una imaginada. En cambio, encuentre formas de distraerse para no tener demasiado tiempo para revivirlo.
- Vuelva a su rutina normal lo antes posible. Hay consuelo en la familiaridad.
- Evite tomar decisiones importantes mientras se recupera del trauma emocional después de un accidente automovilístico.
- Minimice la exposición a noticias y otros medios que puedan presentar accidentes de tráfico u otros incidentes violentos que podrían desencadenar recuerdos del accidente.
- Sea paciente consigo mismo y dése tiempo para recuperarse.
- Supere su sensación de impotencia tomando acciones positivas, como ofrecer su tiempo como voluntario, donar a causas benéficas o ayudar a personas necesitadas.
- Evite aislarse. Conectar con otros después de un trauma puede ayudarle a acceder al apoyo y sentirse menos solo.
- Haga ejercicio. Esto puede liberar sentimientos positivos y eliminar la adrenalina.
- Adopte técnicas de manejo del estrés, como ejercicios de respiración y técnicas de relajación, para ayudarle en momentos estresantes.
- Coma de manera saludable.
- Haga del sueño una prioridad. Dormir puede ser difícil cuando se trata de un trauma, pero la falta de sueño puede exagerar las emociones negativas y dificultar la toma de decisiones positivas.
- Busque asesoramiento individual o un grupo de apoyo si sus sentimientos no han mejorado dentro de cuatro a seis semanas, especialmente si sus síntomas están interfiriendo con las actividades diarias o causando pensamientos suicidas.
Donde encontrar apoyo para ayudarle afrontar el traumatismo por accidente de tráfico
Los grupos de apoyo ofrecen una forma de conectar con otras personas que han experimentado un trauma similar al suyo. Estos grupos pueden ayudarle a explorar estrategias de afrontamiento efectivas y unirse con otros que entienden lo que está pasando. Están disponibles en línea y en persona en todo el país.
- Mothers Against Drunk Driving ofrece grupos de apoyo virtuales para personas afectadas por conductores ebrios y familias en duelo cuyos seres queridos murieron en un accidente de conducir ebrio. Puede localizar un grupo de apoyo llamando al (877) 623-3435.
- Grupos del Trauma Survivors Network están disponibles a través de muchos centros locales de trauma. Normalmente, un sobreviviente de un accidente facilita estos grupos, y muchos grupos también incluyen a un profesional de la salud compasivo. A menudo se invita a oradores para hablar sobre temas de interés. La mayoría de los grupos se reúnen una vez al mes en persona.
- El Crash Support Network proporciona grupos de apoyo para personas que han sobrevivido a accidentes y familiares de personas que han muerto en accidentes automovilísticos. También ayudan a los sobrevivientes de accidentes a superar el miedo a conducir y apoyan a los cuidadores de sobrevivientes de accidentes de tráfico.
- Brain Injury Association ofrece grupos de apoyo para personas que han sufrido lesiones cerebrales traumáticas. Los grupos de apoyo están disponibles en la mayoría de los estados. Incluso si su estado no está incluido, la mayoría de estos grupos se reúnen en línea.
- Si ha sufrido una lesión de médula espinal en un accidente de carro, puede beneficiarse de un grupo de apoyo en persona ofrecido por United Spinal Association. Esta organización también ofrece apoyo individual entre pares.
- Si ha perdido un miembro o el uso de un miembro en un accidente, es posible que sea elegible para participar en uno de los más de 400 grupos de apoyo ofrecidos por la Amputee Coalition. Estos son grupos en línea que generalmente se reúnen semanalmente.
- Burn Survivors Throughout The World, Inc. es una organización sin fines de lucro con sede en Texas que apoya a personas que han sufrido quemaduras en accidentes automovilísticos y otros incidentes, sin importar dónde se encuentren. Se refieren a sí mismos como “familia en todo el mundo”.
La terapia después de accidentes de carro
Mientras que sus lesiones físicas requieren atención urgente, su trauma emocional es una parte importante de su recuperación que también merece atención. Varias técnicas terapéuticas han demostrado ser efectivas para aliviar el trauma mental y ayudar a las víctimas de accidentes automovilísticos a seguir adelante con sus vidas.
La terapia cognitivo-conductual
La terapia cognitivo-conductual se centra en reentrenar la mente para cambiar los patrones de pensamiento y comportamiento con el fin de ayudar a los pacientes a descubrir mejores formas de enfrentar el miedo y calmar sus mentes y cuerpos. A menudo implica asignaciones para que los pacientes puedan aplicar lo que aprenden en terapia a situaciones de la vida real.
La terapia de procesamiento cognitivo
La terapia de procesamiento cognitivo es una forma de terapia cog nitivo-conductual que generalmente se administra durante 12 sesiones para ayudar a las personas con PTSD a modificar creencias que les impiden recuperarse del trauma.
Durante la terapia de procesamiento cognitivo, los pacientes desarrollan una nueva comprensión del evento traumático y reciben educación sobre cómo están interconectados los pensamientos y emociones.
Cuando esté listo, es posible que se le pida que escriba un relato detallado del accidente y lo lea a su terapeuta, quien utilizará preguntas estratégicas para ayudarle a descubrir nuevos modos de pensamiento. Este proceso puede ayudarle a desarrollar habilidades que puede usar fuera de la terapia. Se recomienda para pacientes con PTSD.
Terapia de desensibilización y reprocesamiento a través del movimiento ocular (EMDR, por sus siglas en inglés)
EMDR es otra terapia que ha mostrado excelentes resultados para aquellos con trastorno de estrés postraumático. Durante la terapia, un paciente habla sobre el recuerdo del incidente mientras sigue visualmente el dedo del terapeuta moviéndose de un lado a otro. Esto permite a los pacientes recordar memorias traumáticas en un entorno controlado mientras se enfocan en otra tarea.
Se pueden también utilizar otras tareas alternativas al movimiento ocular, como escuchar tonos alternos o golpear con los dedos. Independientemente del método utilizado, este proceso puede ayudar a reestructurar la memoria al activar diferentes partes del cerebro durante el recuerdo.
Algunos estudios han encontrado que hasta el desde el 77% hasta el 90% de los pacientes con PTSD ya no cumplen con los criterios para el trastorno después del tratamiento. En algunos casos, el EMDR es superior a la terapia cognitivo-conductual.
La terapia de exposición
La terapia de exposición implica exponer a los pacientes a los desencadenantes que previamente evitaban. Esto a menudo comienza imaginando el evento y hablándolo en la oficina de un terapeuta de manera neutra y segura. Con el tiempo, al paciente se le asignan tareas para aumentar el nivel de exposición.
Para pacientes que se ven desencadenados al ver un carro, esto podría incluir acercarse a un vehículo de manera lenta y controlada hasta que el paciente pueda hacerlo sin aprensión. Eventualmente, a un paciente que experimenta ansiedad al conducir o viajar en un carro se le puede asignar sentarse en el asiento del conductor o conducir alrededor de la cuadra, aumentando lentamente la exposición a medida que disminuye la ansiedad.
Este tipo de terapia está diseñada para ayudar a los pacientes a procesar con éxito las emociones que rodean el accidente en cada paso antes de avanzar al siguiente. Procesar con éxito las emociones a través de incrementos graduales en los niveles de exposición puede llevar a un retorno completo a la actividad anterior, como conducir, sin miedo.
La terapia de apoyo
La terapia de apoyo es efectiva en casos más leves de trauma después de un accidente. Durante la terapia de apoyo, los pacientes reciben apoyo, educación, consejos y estímulo para ayudarlos a superar la angustia.
Medicacion
Se puede recetar medicamentos para controlar los síntomas graves de depresión, ansiedad y PTSD junto con otras formas de terapia. La medicación puede ser necesaria solo temporalmente hasta que tenga la oportunidad de superar las intensas emociones que provienen del trauma de su accidente automovilístico. En algunos casos, puede ser necesaria permanentemente.
Una amplia variedad de medicamentos están disponibles para la depresión, ansiedad y PTSD, y su médico probablemente puede encontrar el mejor régimen para usted. La medicación ha sido crucial para ayudar a muchos pacientes con trauma a disfrutar de una vida saludable y feliz.
Volver al volante
El miedo a manejar, conocido como amaxofobia, también incluye el miedo a ser pasajero en un carro. Es normal sentir miedo la primera vez que usted maneja o viaja en un vehículo después de su accidente. Este miedo debería resolverse con el tiempo, pero algunas personas encuentran que empeora en lugar de mejorar.
Si la amaxofobia se convierte en un problema crónico, podría afectar su capacidad para funcionar en el mundo actual, que requiere viajar en vehículos motorizados para el trabajo, las compras, el tratamiento médico, las funciones sociales y otras necesidades.
La terapia de exposición es uno de los tratamientos más efectivos para esta condición. También puede sentirse empoderado al tomar clases de conducción defensiva u otras lecciones para mejorar sus habilidades de conducción y aumentar su confianza al volante.
Sea cual sea el modo de tratamiento que usted elija, el tiempo requerido para recuperarse varía de una persona a otra. Es importante tener paciencia con sus respuestas emocionales y evitar apresurar el proceso.
Conexión entre lesiones físicas y repercusiones psicológicas después de un accidente automovilístico
Las lesiones físicas y la salud mental están estrechamente relacionadas después de un accidente automovilístico. El dolor y malestar causados por sus lesiones pueden aumentar su angustia emocional y respuesta al estrés. Sus lesiones pueden provocar discapacidades que le impidan disfrutar de actividades que solía disfrutar, lo que puede generar aislamiento, soledad, falta de propósito y desesperanza.
La terapia física y la rehabilitación son procesos exigentes, agotadores y a veces dolorosos que pueden tardar meses o años en dar resultados, lo que agrava su angustia emocional.
Es posible que tenga que depender de otros para satisfacer necesidades básicas, como bañarse, vestirse y usar el baño. Esta dependencia puede ser humillante y hacerle sentir como una carga. Tales sentimientos pueden aumentar debido a su incapacidad para trabajar. Es posible que pierda su capacidad para pagar facturas y mantener su estatus financiero, y puede sentir temor por su futuro.
Es posible que sus lesiones requieran manejo del dolor, y los efectos secundarios de estos medicamentos también pueden afectar su estado de ánimo y capacidad para procesar sus emociones después del accidente. Es posible que se sienta letárgico y no pueda dormir al mismo tiempo.
La lesión cerebral traumática y secuelas psicológicas
Las lesiones cerebrales traumáticas leves, también conocidas como conmociones cerebrales, duplican la probabilidad de desarrollar PTSD dentro de un año de un evento traumático como un accidente automovilístico. Una conmoción cerebral puede interrumpir el circuito neural en la corteza frontal, la parte del cerebro que controla la regulación emocional.
Si usted sufrió una lesión cerebral traumática moderada o grave, el daño en esta área puede ser más pronunciado. El daño a las fibras del cerebro en la corteza prefrontal medial, la parte del cerebro que controla la personalidad y las emociones, puede llevar a PTSD y complicar la recuperación.
Consideraciones legales del traumatismo después de un accidente de tráfico
Es posible que sea elegible para recibir compensación financiera por el impacto psicológico de un accidente de carro. La compensación por lesiones en accidentes automovilísticos generalmente incluyen daños económicos y no económicos.
Los daños económicos son compensaciones por pérdidas monetarias, como el costo del tratamiento de salud mental y salarios perdidos, que pueden resultar del trauma mental. Los daños no económicos son compensaciones por pérdidas intangibles, relacionadas con pérdidas emocionales y trauma mental después de un accidente. Estos incluyen lo siguiente:
- Angustia emocional
- Malestar psicologico
- Humillación
- Pérdida de disfrute de la vida
- Discapacidad
- Pérdida de funciones corporales
- Cicatrices
- Desfiguración
En la mayoría de los casos legales, el trauma emocional acompaña al trauma físico. Algunos estados requieren que demuestre que sufrió lesiones físicas para recuperar daños por trauma emocional.
Muchos estados le permiten presentar una reclamación por trauma emocional sin lesiones físicas si su trauma emocional proviene de presenciar una lesión grave.
Dado que las leyes estatales varían con respecto a las reclamaciones por trauma emocional después de un accidente de carro, es mejor consultar a un abogado experimentado en accidentes automovilísticos para determinar qué daños puede recuperar por su trauma emocional después de un accidente.